Estoy seguro de que no he sido ni soy el único que ha tenido una afición. Seguro que tú tienes una afición y tienes un hobby. Algunos tenemos eso, otros tenemos esto. Porque si no tuviéramos eso, nos privaríamos de muchas cosas en la vida.
¿Y qué he hecho con mi vida?
Por supuesto, como muchos niños de mi generación, de pequeño coleccionaba sellos. Por aquel entonces, en un pasado relativamente remoto, por así decirlo, era una actividad generalmente tolerada y quizá incluso fomentada. Aún no existía el correo electrónico, así que los sellos se ponían en las cartas y postales, que eran relativamente fáciles de conseguir, y si tenías amigos en el extranjero o te sobraban las monedas, podías comprar sellos en sobres en las papelerías.
Las monedas se coleccionaban del mismo modo. Esto se debía a que raramente salían al extranjero, y si lo hacían, sólo a países amigos, y no era fácil conseguir monedas extranjeras. No obstante, había pequeñas monedas de Polonia, la RDA y la URSS. Y me alegré mucho cuando un amigo austriaco me envió una carta sin abrir por el censor con una moneda de cinco chelines dentro.Pero no sólo coleccionando se puede pasar el tiempo. Así que me hice pequeño pescador durante unos años. Por supuesto, las capturas eran pequeñas.
Pero cuando un niño pesca aunque sea un pequeño pez raro, a sus ojos es un gran pez y se siente orgulloso de ello. La recolección de setas en el bosque circundante y la jardinería en casa también podían considerarse aficiones. Un submarino que construyó él mismo para medir la presión del agua en el fondo de un arroyo local se ahogó, al igual que un cortacésped que construyó a partir del motor de una vieja máquina de exprimir.Algunas de mis aficiones funcionaron, otras no. Pero daba igual. Lo que importa es que hacía algo con lo que disfrutaba. Y espero que tú lo pases igual de bien.
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