no es sólo una cuestión estética. Al contrario, es un elemento muy importante no sólo del jardín de cada casa, sino del paisaje en su conjunto. El césped es el hogar de muchos animales. Y también son importantes para nosotros. Por un lado, ellos mismos se encargan de gestionar, airear y abonar el césped. Pero también se ocupan de los diversos parásitos que no queremos en el césped.
Toda la galería de insectos y animales también se encarga de que la tierra bajo el césped esté suelta, de que el agua corra por ella. Sí, agua. El propio césped retiene esa agua. Sin agua, el césped no podría crecer, no viviría. El césped también envía agua a través del sistema de raíces a las capas inferiores del suelo, de modo que el agua no desaparece y se escapa.
Al contrario, se adentra cada vez más hasta reponer la capa freática. Por todo ello, el césped es un fenómeno esencial que afecta a la gestión del agua en toda la región. Como mucha gente se está dando cuenta hoy en día, empieza a haber una fuerte demanda de agua en nuestro país. Estamos en la cima de Europa. El agua fluye de nosotros a todos los países del continente. Lo que en otras palabras significa que si no detenemos el agua y la mantenemos aquí, empezaremos a secarnos como país. Podría decirse que la frase anterior es incorrecta en su planteamiento. No es que lo vayamos a hacer.
Ya hemos empezado. El Estado puede construir nuevas presas, nuevos sistemas de retención del agua que impidan tanto las inundaciones como que el agua fluya más deprisa hacia los arroyos y ríos y luego se aleje de nosotros. Pero eso no basta. Estos sistemas retienen el agua sólo en los valles o, en el mejor de los casos, en los barrancos. Es agua que no ha tenido tiempo de profundizar en el suelo y recargar la capa freática.
Y es demasiado tarde. Quizá los propietarios de jardines y céspedes de cultivo corto se den cuenta de que algo va mal cuando vean las zonas marrones del césped seco cada año. Bastará con que cada vez más ayuntamientos empiecen a prohibir el riego de sus parcelas para que tengan que aguantar tan lúgubre espectáculo. O tendrán que poner sus cortacéspedes a un corte más alto. Dejen de cepillar el césped cerca del suelo, pero déjenlo unos centímetros más alto. Un césped así retiene más agua. También es más fresco, por lo que se precipita más rocío sobre él.
Y, por supuesto, un césped así tiene un efecto beneficioso en el suministro de aguas subterráneas. Estaría bien que cada vez más gente se diera cuenta de la difícil situación de nuestra patria e intentara poner su granito de arena para mejorar la situación.