. Sus dos primeros rivales (Panamá y Túnez) no figuraban entre los favoritos, pero no corrieron ningún riesgo. Contra Panamá, Bélgica se tomó la primera parte para entrar en calor. Sin embargo, lo que mostraron en la segunda parte fue ya un concierto perfecto y seguro, y entonces marcharon con elegancia hacia una victoria por 3-0. Túnez se vio sometida a un duro fuego desde el principio del partido, y el cañón Lukaku les dio una ventaja de 2-0 en el minuto 16, pero todo se alentó demasiado, ya que el gol tunecino llegó de la nada para poner el 2-1 en el marcador. Antes del final de los primeros 45 minutos, Lukaku había aumentado el marcador a 3-1. No hubo menos goles en el resto del partido, con un marcador de 5-2. A continuación le esperaba un rival formidable, Inglaterra.
Ninguno de los dos equipos tenía la plantilla al completo. Por ejemplo, Inglaterra no contaba con el defensa central Kieran Trippier, que tuvo una excelente actuación, ni con los incondicionales del ataque Jesse Lingard y Raheem Sterling, ni con la mayor estrella de la historia británica, Harry Kane. Aparte del goleador Lukaku, el banquillo belga se quedó con Eden Hazard y Kevin De Bruyne, los puntales del centro del campo para generar acciones ofensivas. El partido terminó 1-0 con gol de Januzaj, y Bélgica no dudó en pasar a la repesca.
La fase eliminatoria fue aún más dura…
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En octavos, un rival al que le esperaba el amanecer y que, por increíble que parezca, seguía ganando 2-0 en el minuto 68 de partido. Sin prisa pero sin pausa, estaba a punto de producirse un pequeño milagro. Los Diablos Rojos demostraron su calidad y lograron darle la vuelta al partido. El gol de Nacer Chadli, en particular, demostró la clase y la habilidad de su contraataque. Los cuartos de final fueron una batalla decisiva en la que los belgas partían como favoritos. Su rival era Brasil, el «país dios» del fútbol. Sin embargo, perdieron por 2-1. La semifinal fue contra Francia. Ambas selecciones desplegaron un fútbol muy táctico y cauteloso, pero cayó derrotada por un gol del portero francés Samuel Umtiti, y Bélgica tuvo que ir al partido por el tercer puesto. Allí quedó emparejada con Inglaterra (como en la fase de grupos). Thomas Meunier dio esperanzas a Inglaterra en los primeros cuatro minutos, cuando adelantó a los suyos. Ocho minutos antes del final del tiempo reglamentario, Eden Hazard dio al traste con el partido, y con todo el torneo (al final exitoso).