Y ahora estoy muy contenta de ser mujer. Porque si fuera hombre, pensaba que quizá no tendría las mismas prioridades que cuando soy mujer. Quizá cuando saliera a cenar con mi pareja, él me abriría la puerta de maravilla. Pero a algunas mujeres eso no les gusta nada. Algunas mujeres son realmente fuertes. Son feministas y no quieren que los hombres les abran la puerta de forma caballerosa. Eso no me gusta nada. Quiero ser una mujer completa. No soy feminista. Quiero que mi pareja me abra la puerta y me pague la cena y las copas en el bar».
Por ejemplo, mi pareja y yo nos turnamos para pagar. Así que solo mi pareja compra gasolina y yo pago la energía. No me parece mal en absoluto. Y no me gustaría que mi pareja lavara los platos o el suelo, por ejemplo. Creo que esto está muy desfasado. No creo que todas las parejas tengan que compartir el 100% de todo en casa, ni que tengan que hacerlo todo juntos. En mi opinión, lo mejor es un término medio sano y feliz. No sé tú, pero yo tengo la gran suerte de tener un gran compañero. 26]
Tampoco me gustan los hombres que son realmente sobreprotectores consigo mismos y pasan más horas delante del espejo que yo cada mañana, por ejemplo. Veinte minutos delante del espejo me bastan. Pero hay mujeres que están dos horas diarias delante del espejo, y no sé a ti, pero a mí no me importa levantarme temprano y rizarme el pelo o lavármelo. Me basta con maquillarme ligeramente, peinarme ligeramente o hacerme una coleta. Espero que la gente se dé cuenta de cuáles son sus prioridades y de que las mujeres tenemos muchas prioridades.